Dia 3 - Devocional Resumen del Sermon
Bienvenidos al día 3 de nuestro devocional semanal basado en el sermon del Domingo pasado
Apocalipsis 19:6-9, 22:17 Oí como la voz de una gran multitud, como el ruido de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, diciendo: “¡Aleluya! Porque reina el Señor nuestro Dios Todopoderoso. Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su novia se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio.” Porque el lino fino es los actos justos de los santos… El Espíritu y la esposa dicen: “¡Ven!” El que oye diga: “¡Ven!” El que tiene sed, venga. El que quiera, tome del agua de vida gratuitamente.
Como hemos visto en nuestro devocional estas últimas dos semanas, en nuestro viaje de fe, Dios ha reescrito nuestro ADN. Ya no somos definidos por los viejos y caídos patrones que una vez nos marcaron como hijos de ira. Ahora, a través de la obra redentora de Cristo, nuestra identidad ha sido transformada. Así que ahora, no solo somos el cuerpo unificado de Cristo, sino también Su amada novia.
En Apocalipsis 19:8, vemos una imagen impactante de esta transformación. La novia está vestida con lino fino, puro y resplandeciente, simbolizando las obras justas de los santos. Esta nueva vestimenta no es algo que hayamos hecho por nosotros mismos; es la justicia de Cristo que nos cubre. El Antiguo Testamento a menudo describía al pueblo de Dios utilizándo imágenes proféticas de infidelidad y de impureza, sin embargo, ahora, a través de Cristo, nuestra impureza ha sido lavada. Ahora estamos limpios y ataviados con la vestimenta divina de santidad. Aunque nuestro pecado era rojo escarlata, ahora se ha vuelto blanco como la nieve.
A pesar de nuestra infidelidad, Cristo nos ama con un amor eterno y nos está preparando para ser presentados como una novia radiante, sin mancha ni arruga delante de El. ¡Aleluya!
Apocalipsis 22:17 resuena con esta invitación: “Ven.” Es un llamado extendido tanto por el Espíritu como por la novia, invitando a todos los que tienen sed del agua de vida a participar en esta nueva relación con Cristo. Nuestro nuevo ADN como iglesia proclama que no somos individuos aislados, sino un cuerpo colectivo y una novia unida, lista para nuestra unión eterna con el Salvador.
¿Cómo te habla a ti la imagen de estar “vestido con lino fino” en cuanto a la transformación en tu propia vida? ¿De qué manera puedes encarnar la pureza y la unidad de la novia de Cristo en tu comunidad? Hoy, abraza esta nueva identidad—transformado, purificado y llamado amorosamente a ser la novia de Tu Salvador, y pide al Espíritu Santo que te ayude a vivir de una manera que honre a tu Novio celestial, anticipando con gozo el día en que estaremos completamente unidos con Él.