Dia 5 - Devocional Resumen del Sermon

Feb 21, 2025    Pastor Javier Vega

Bienvenidos al día 5 de nuestro devocional semanal basado en el sermon del Domingo pasado 


Galatas 4:4-7 “Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiera a los que estaban bajo la ley a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto son hijos, Dios envió a nuestro corazón el Espíritu de su Hijo que clama: “Abba, Padre.” 7 Así que ya no eres más esclavo sino hijo; y si hijo, también eres heredero por medio de Dios.”


Gálatas 4:4-7 nos recuerda que cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo para redimirnos a fin de que recibiéramos la adopción y convertirnos en miembros de Su familia. Esta adopción es el momento crucial de nuestra constitución espiritual—es el momento en que nuestra antigua naturaleza esclavizada es reemplazada por una nueva identidad.


A través del Espíritu Santo, ya no vivimos como cautivos de nuestros antiguos caminos. Se nos ha dado un nuevo ADN, uno que nos marca como el cuerpo de Cristo, la novia de Cristo, y lo más importante, como miembros de la familia de Dios. Todo lo que hemos visto en las últimas semanas fue posible gracias a la redención que Cristo logró en nuestro favor.


Ahora, como creyentes, no somos definidos por los sistemas terrenales de separación; en su lugar, nuestra ciudadanía está en el reino eterno, donde compartimos el mismo cuerpo, la misma esperanza, el mismo Espíritu, la misma fe y el mismo Dios y Padre. Ahora, a través de la morada del Espíritu Santo, podemos tener una relación íntima con nuestro Padre Celestial, clamando "¡Abba! ¡Padre!" como la garantía de nuestro nuevo estatus.


Esta adopción no es solo un título; es un cambio de naturaleza radical. Nuestros corazones han sido transformados por medio del Espíritu, alineándonos con los valores del reino de Dios y dándonos el poder para vivir como Sus herederos. Aceptar este nuevo ADN significa vivir nuestra identidad como hijos de Dios redimidos, unificados y amados, destinados a reflejar Su gracia en cada aspecto de nuestras vidas.


¿Cómo cambia la forma en que ves tu identidad el saber que has sido adoptado en la familia de Dios? Medita sobre lo que significa llamar a Dios "Abba, Padre." ¿Cómo cambia esta relación íntima la forma en que te acercas a Él en oración? Reflexiona sobre la increíble herencia que tenemos como coherederos con Cristo. Abraza la transformación de tu nuevo ADN y pide a Dios que te ayude a vivir con la confianza y seguridad que provienen de saber que eres Su hijo amado.