Dia 5 - Devocional Resumen del Sermon

Feb 14, 2025    Pastor Javier Vega

Bienvenidos al día 5 de nuestro devocional basado en el sermon del Domingo pasado:


Efesios 6:18-20 Con toda oración y súplica oren[a] en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Oren también por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que al proclamarlo hable sin temor, como debo hablar.


Justo después de presentar la armadura completa de Dios, Pablo cierra añadiendo un componente final para ayudarnos a resistir ante las artimañas del maligno: Pablo llama a los creyentes a orar en todo momento en el Espíritu, con toda oración y súplica.


¿Por qué? Porque la armadura del creyente perdera su efectividad sin la presencia y la guíanza de Dios. Podríamos pensar que llevamos puesta la coraza de justicia, pero sin oración, no buscaremos activamente caminar en esa justicia. Podríamos creer que hemos tomado la espada del Espíritu, pero sin oración, terminaremos usándola sin la sabiduría divina. El mismo Pablo, aunque era un apóstol poderoso, pide oración para proclamar el evangelio con valentía. Si Pablo necesitaba oración, ¿cuánto más nosotros?


La armadura nos protege, pero la oración nos empodera. La oración transforma nuestra defensa en una relación activa con Dios. Alinea nuestros corazones con Su voluntad, fortalece nuestra determinación e invita a Su Espíritu a obrar a través de nosotros. Así que, al ponerte la armadura completa de Dios, no olvides envolverla en oración. Una armadura sin oración es como un soldado en el campo de batalla sin órdenes. Seamos un pueblo que no solo se mantenga firme en la fe, sino que también permanezca de rodillas en oración.


¿Estás diariamente poniéndote la armadura de Dios y cubriéndote en oración? ¿Cómo está tu vida de oración? ¿Tiendes a orar solo en momentos de crisis, o es una conversación constante con Dios? Hoy, desafíate a orar a lo largo del día, por cosas grandes y pequeñas. Ora por otros, especialmente por aquellos en liderazgo espiritual. A medida que lo hagas, nota cómo esto afecta tu perspectiva y tu paz mental. Recuerda, la oración es poderosa: es cómo accedemos a la fuerza y la sabiduría de Dios para las batallas que enfrentamos.